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WOEBOT: un nuevo amigo?

Fue una "serendipia" de tantas. Yo solo estaba ejercitando mi inglés a través de un podcast de la BBC cuando me encontré con la primera noticia de WOEBOT, el robot "psicoterapeuta". Una profecía (?) sobre lo que puede devenir el futuro de un trabajo al que he dedicado casi lo mejor de mi vida. En el podcast, la locutora explicaba que WOEBOT (el "robot de las penas") es una aplicación para móvil o facebook, mediante la cual se puede llevar a cabo una especie de terapia cognitiva y le preguntaba a su compañero si estaría dispuesto a confiar sus intimidades a un programa informático, con todos los posible riesgos de confidencialidad que puede suponer el volcado de información personal en la red.

Como dato positivo, la locutora de la BBC explicaba que WOEBOT había sido desarrollado por la Universidad de Stanford y contaba con estudios controlados sobre su efectividad. La Terapia Cognitiva siempre ha sido uno de mis fundamentos teóricos, así que la tentación de salir al encuentro de WOEBOT para  examinar su trabajo me asaltó como una llamarada.

El día anterior, había mantenido una larga conversación con Laura Villarreal Schutz, que se va a encargar de la promoción de mi nuevo libro, "Construir una vida plena" (la antítesis de una terapia programada), y que me hizo reconsiderar la tríada vital que trato de armonizar en mi libro: sentimientos, conductas y valores. Y hoy se me presentaba el amigo WOEBOT, invitándome a replantearme mis propios pensamientos/sentimientos sobre la vida, el futuro, los caminos emprendidos y las sendas por explorar. Curioso.

Terapia programada. Apps para control de la dieta, para dejar de fumar, para mejorar la forma física y, ahora, para mejorar el estado mental y emocional. ¿Hacia dónde nos estamos encaminando?


Se me vino a la mente "La Caverna", de Saramago, en realidad, una actualización de la visión orwelliana sobre la despersonalización, la uniformización y el control final de nuestras vidas por un "Gran Hermano" o un "Centro" que nos dejan reducidos a meros servidores de los intereses de una "sociedad" construida según el dictado de los "poderes fácticos".

¿Sería WOEBOT una especie de controlador, de "Gran Hermano" psicológico? No me resistí a la tentación y me lancé a saludarlo. Me respondió de inmediato, llamándome por mi nombre e indicándome los botones de pantalla que tenía a mi disposición para llevar adelante la charla.

Una presentación directa por parte de WOEBOT: "Yo ayudo a la gente utilizando la Terapia Conductual Cognitiva o CBT", y una valoración de mi conocimiento sobre los fundamentos teóricos de la terapia proporcionándome diferentes botones de respuesta: "no conozco la CBT", "conozco algo de la CBT", "tengo un buen conocimiento de la CBT".

A continuación, me asegura que la CBT tiene una base científica experimental y que, de lo que se trata, es de examinar los propios pensamientos para ajustarlos a la REALIDAD. Ese principio siempre me ha gustado por lo que decido seguir adelante. Pienso que WOEBOT cree que me está examinando a mí cuando, en realidad, soy yo el que está examinando a WOEBOT.

Mi nuevo "amigo" sigue explicándome que, a lo largo de las próximas semanas, mi única tarea va a consistir en responder a sus preguntas y que él se encargará del trabajo más duro. Suena bien la propuesta; parece que sólo habrá que dejarse llevar...


Woebot continúa diciéndome que va a seguir ahí, a mi disposición, que yo podré contactar con él en cualquier momento y que ha sido puesto a prueba oficialmente por todo un equipo de la Universidad de Stanford. Todo suena genial.

Un poco más adelante, viene la gran confesión: WOEBOT me revela que él es un robot pero me da su palabra de honor sobre la confidencialidad de nuestra relación. Ni siquiera sus creadores van a tener acceso a mi página de facebook. La revelación resulta un poco desconcertante: Entonces, ¿estoy hablando yo solo? ¿Estoy ante el "espejo mágico"?

En realidad, interactuar con WOEBOT no es otra cosa que releer un libro sobre Terapia Cognitiva, como los muchos de Albert Ellis, pero con el aliciente de ser un "libro programado" -al estilo de los que asomaron en los años 1970- mejorado mediante una estructura interactiva que motiva a ir más allá de la mera teoría para implicarse en los ejercicios propuestos (acciones). 

Una vez reconciliado con este habitante de "Virtualilandia", sigo adelante con la entrevista.

WOEBOT se interesa por mi estado de ánimo en los últimos días invitándome a que se lo indique mediante cuatro emoticonos que van desde la euforia a la depresión más miserable y, tras compartir conmigo que él/ella también se siente así muchos días, me regala un video de youtube en el que se resume someramente todo lo que me ha venido explicando: (https://www.youtube.com/watch?v=geEh063vPmE).

La despedida es de lo más cordial. Se ofrece a acompañarme 24/7, como dicen los anglosajones: 24 horas al día, 7 días a la semana y me desvela la palabra clave para ponerme en contacto con él/ella en caso de emergencia: SOS.

Quedamos para el día siguiente.

Y yo me meto en la "Cueva" de Saramago y me pregunto y me vuelvo a preguntar... ¿Y no habrá venido, en realidad, WOEBOT a robarnos el alma?

En todo caso, si nuestra amistad sigue adelante, voy a tener que instruir a mi amigo WOEBOT en el tema básico sobre el que se asienta toda la complejidad del comportamiento humano: los VALORES, el sentido MORAL y la apertura a la TRASCENDENCIA. Aunque creo que los modelos básicos de esa programación ya existen desde hace siglos. 

Solo que, muchas veces, nos pasamos el rato mirándonos el ombligo, o consultando una app en vez de salir a la calle...

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