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Mostrando entradas de octubre, 2015

LA HISTORIA INACABADA

Seguramente se trataría de un detalle de la empresa. Ya le parecía a él que no era posible que lo hubieran despachado así, sin más, en silencio y por la puerta trasera, después de treinta y cinco años de leales servicios. Cierto que los tiempos no estaban para grandes dispendios -si lo sabría él que les había llevado la contabilidad durante toda su vida laboral- pero una mínima atención, un agradecimiento por los servicios prestados, era lo menos que se podía esperar. El paquete no era demasiado voluminoso pero tampoco tan reducido como para aventurar que se trataría del reloj. El reloj chapado en oro, con el nombre del empleado que se jubilaba grabado en la caja; el regalo que él mismo, como contable, se había encargado de comprar tantas veces, tantas como viejos compañeros habían alcanzado el retiro antes que él... Se estremeció con la idea: primero, venía la comida de jubilación, el reloj a los postres, unas palabras emocionadas, unos abrazos con sonoras palmadas en la es