Había sido un profesional de éxito, de los mejores en su especialidad. Luego hubo algunos plazos incumplidos, algunas facturas sin cobrar, un accidente de tráfico, un período de inactividad prolongada y los vientos iniciales de dejadez se convirtieron en un tornado de calamidades: primero, el divorcio, luego la quiebra, el embargo del negocio y, finalmente, la perspectiva de la indigencia...
-Ya sabes cómo son esas cosas...
- No, no lo sé; explícamelo para que lo entienda.
- Te lo acabo de explicar: primero, no me pagaron lo que me debían. Luego, el accidente me dejó muy mal una larga temporada. Mi mujer me abandonó y el negocio empezó a ir de mal en peor, hasta que me embargaron... Son cosas que le pueden pasar a cualquiera...
- Sí, le pueden pasar a cualquiera; pero no todos se quedan así, pasivos, esperando a que "ocurra algo" que los salve; muchos luchan por salvarse a sí mismos.
- Es difícil luchar. La sociedad está montada de una manera que te empuja al arroyo; y allá es adonde yo voy.
- No, espera. Estás cayendo de nuevo en las generalizaciones: "La sociedad", "el montaje", "la fuerza que empuja al arroyo"... Si te parece, vamos a repasar toda esta historia para ver si podemos detectar tu cuota de responsabilidad en todo este asunto.
- ¿Mi responsabilidad? ¿Soy responsable de que no me pagaran? ¿De que un coche se me echara encima? ¿De que mi mujer se fuera de casa? ¿Me estás diciendo que soy un irresponsable?
- No. Te estoy diciendo que me parece que te estás enredando en las trampas del lenguaje. Empiezas con generalizaciones y, luego, te metes en la trampa de "lo uno o lo otro".
- ¿La trampa de lo uno o lo otro?
- Sí. Entre "ser responsable" y "ser un irresponsable" existe un amplio rango de grados de responsabilidad: se puede ser "no responsable" (que no es lo mismo que "irresponsable"), tener una cierta responsabilidad por imprevisión, por omisión, por falta de organización o por otras muchas cosas.
- No lo entiendo...
- Verás, es como la huelga de recogida de basuras que estamos soportando desde hace casi un mes.
- Sí, una auténtica guarrada.
- ¿Somos responsables los ciudadanos de a pie de esta huelga salvaje y de las toneladas de desperdicios que se acumulan en las calles?
- Naturalmente que no.
- Pero eso no nos convierte en "irresponsables" frente a la situación.
(silencio)
- Verás, muchos ciudadanos procuran generar la menor cantidad posible de basura, aunque no son responsables de la huelga; por las mañanas, veo a la gente que trabaja en tiendas y restaurantes limpiando el tramo de acera que corresponde a su negocio para que la clientela no se sienta tan incómoda con la basura de la calle, aunque ellos tampoco son responsables de la huelga.
(silencio)
- En tu historia, me da la sensación de que, aunque no seas responsable de toda la basura que se ha ido acumulando ante tu puerta, te has limitado a ver cómo crecía el montón de desperdicios y, ahora, te sientes atrapado en la montaña de inmundicias que te mantiene paralizado porque, aunque tú no eres el responsable de todo eso, tampoco has asumido la responsabilidad de ir despejando las basuras que se te iban acumulando. Ese es el tipo de responsabilidad que yo estoy buscando; para ver si podemos empezar a abrir una brecha que nos lleve a algún tipo de salida...
En mi ciudad, llevamos hoy 28 días de huelga de recogida de basuras. Parece no haber responsables. La ciudad no tiene el mejor aspecto del mundo pero sigue su marcha a pesar de todo. Los dueños de negocios se toman la molestia de ir limpiando algo y los terapeutas vamos aprendiendo a utilizar la basura como una metáfora útil para nuestro trabajo.
Aunque no seamos responsables, siempre podemos asumir una responsabilidad.
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