Está claro que el antídoto frente al estrés, el mejor tratamiento para la depresión y, desde luego, la práctica más efectiva para el propio desarrollo personal es la ACTIVIDAD.
Y es que este remedio psico-emocional está compuesto por diferentes ingredientes de eficacia reconocida, como son:
- Realismo: La ACTIVIDAD bloquea las elucubraciones mentales negativas, disuelve el catastrofismo y, a dosis adecuadas, ayuda a quemar el exceso de calorías que, a menudo, ingerimos en situaciones de ansiedad o de apatía.
- "Presencia": Un ingrediente potenciador del realismo es la ubicación en el momento presente. La ACTIVIDAD nos lleva a centrarnos en la tarea que estamos llevando a cabo, en el instante en que la realizamos, al tiempo que favorece una planificación a muy corto plazo para ejecutar cada uno de los elementos que la componen.
- Logro: La satisfacción (grande o pequeña) que se deriva de la tarea (difícil o fácil) ejecutada alimenta la propia autoestima al transmitirnos una sana sensación de protagonismo y reforzar la confianza en nuestras propias capacidades. El recuerdo de nuestros logros anteriores nos ayuda a romper la inercia que, a menudo, dificulta el inicio de nuevas tareas.
El concepto de FLUIR ("FLOW") en psicología se debe al Mihaly Csikszentmihalyi, un psicólogo croata que estableció las características que suele tener una tarea para que podamos experimentar esa sensación de "estar en la onda" mientras la ejecutamos:
- La tarea debe ser "EJECUTABLE"; estar al alcance de las posibilidades de quien la va a realizar.
- Debe suponer un cierto RETO para la persona; debe suponer un cierto grado de dificultad y no limitarse a una ejecución mecánica.
- El OBJETIVO de la tarea debe estar claramente definido.
- En todo momento, el sujeto que realiza la tarea puede tener INFORMACIÓN del punto en que se encuentra en relación a los objetivos propuestos.
Si se cumplen estos requisitos, afirma Ciskszentmihalyi, la atención del sujeto se centra de tal manera en la ejecución del trabajo que "el tiempo parece detenerse y la propia sensación del yo llega a desaparecer".
En otras palabras, es un primer escalón de la TRASCENDENCIA.
Ejempos de tareas que facilitan este estado de "flujo" pueden ser la ejecución de piezas musicales, la práctica de un deporte, el aprendizaje de una lengua extranjera... pero también podemos revestir las tareas cotidianas más sencillas de este sentido de "flow".
Basta con que nos propongamos pequeños retos: realizarlas más perfectamente, en menos tiempo o en mayor cantidad.
En estos tiempos de encierro, ordenando las estanterías, apareció una vieja revista con una propuesta de "doblado de servilletas".
Para un "manazas" como yo, no deja de ser un reto interesante que, además, puede aportar un poco de colorido a la rutinaria comida familiar.
Voy a ponerlo en práctica.
¿Se te ocurre alguna otra tarea con la que puedas activar tu propio "fluir"?
- Debe suponer un cierto RETO para la persona; debe suponer un cierto grado de dificultad y no limitarse a una ejecución mecánica.
- El OBJETIVO de la tarea debe estar claramente definido.
- En todo momento, el sujeto que realiza la tarea puede tener INFORMACIÓN del punto en que se encuentra en relación a los objetivos propuestos.
Si se cumplen estos requisitos, afirma Ciskszentmihalyi, la atención del sujeto se centra de tal manera en la ejecución del trabajo que "el tiempo parece detenerse y la propia sensación del yo llega a desaparecer".
En otras palabras, es un primer escalón de la TRASCENDENCIA.
Ejempos de tareas que facilitan este estado de "flujo" pueden ser la ejecución de piezas musicales, la práctica de un deporte, el aprendizaje de una lengua extranjera... pero también podemos revestir las tareas cotidianas más sencillas de este sentido de "flow".
Basta con que nos propongamos pequeños retos: realizarlas más perfectamente, en menos tiempo o en mayor cantidad.
En estos tiempos de encierro, ordenando las estanterías, apareció una vieja revista con una propuesta de "doblado de servilletas".
Para un "manazas" como yo, no deja de ser un reto interesante que, además, puede aportar un poco de colorido a la rutinaria comida familiar.
Voy a ponerlo en práctica.
¿Se te ocurre alguna otra tarea con la que puedas activar tu propio "fluir"?
Yo reviso papeles y coloco el trastero que buena falta le hace!!!
ResponderEliminarEs una buena actividad. Ordenar lo externo nos ayuda a ir recolocando nuestro interior. Nos regala tiempo personal, nos proporciona satisfacción y nos ayuda a moldear el saludable hábito de la organización y el orden. Gracias por compartirlo.
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