Si eres un espectador asiduo de las series de TV, de
películas, un adicto a los videojuegos o un lector apasionado de novelas, tal
vez llegues a creer que en cualquier momento de tu vida puede ocurrir algo
extraordinario, sorprendente, que cambie el curso de los acontecimientos y te
revele de manera dramática tu propio destino:
Un héroe al rescate, un príncipe azul, un golpe de fortuna, el reconocimiento
universal de tus talentos ocultos…
Lo cierto es que las probabilidades son escasas. Día tras
día, nos encontramos con la misma rutina; el tedio nos invade y corremos a
refugiarnos en nuestras fantasías personales: el héroe soñado, el príncipe azul, la fortuna, la
aclamación de nuestro talento oculto…
De este modo, perdemos de vista las maravillas que encierra
lo cotidiano, lo trivial, lo ordinario. Sólo acertamos a apreciar el valor de
lo pequeño cuando lo perdemos: el trabajo era rutinario, pero nos proporcionaba
un dinero; los vecinos, unos pesados, pero nos echaban una mano cuando era
necesario; nuestra jornada diaria era monótona, pero su monotonía nos daba estabilidad.
¿Qué hacer, entonces, para no sucumbir a la rutina?
Aprender a ver más allá de lo evidente. Encontrar el sentido
en lo cotidiano.
Un momento de inspiración no va a surgir de la nada. La
inspiración es más probable que surja en medio de la ejecución de nuestras
tareas cotidianas.
El héroe no va a llegar al rescate. El príncipe azul no te va a ofrecer un amor incondicional, la aclamación de los demás seguirá tan muda como siempre y nuestros talentos ocultos, ocultos permanecerán mientras no hagamos algo por ponerlos al día.
No; nuestra
hazaña, más bien, puede consistir en que acudamos nosotros al rescate de quien lo precise, en que brindemos nuestros amor a aquellos con quienes compartimos una misma historia juntos, en que reconozcamos lo positivo de aquellos que se han molestado en hacer alguna cosa útil y en que busquemos mejorarnos un poco cada día.
En cuanto al golpe de fortuna… ¿No es una fortuna y un
privilegio la posibilidad de construir algo positivo con nuestro comportamiento y nuestro tiempo en lugar de dejar que se nos
escurra entre las manos?
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