SAL DE TU MENTE, ENTRA EN TU VIDA
La editorial DDB acaba de hacerme llegar un par de ejemplares del último libro que he traducido: "Sal de tu mente, entra en tu vida", de Steven C. Hayes, el creador de la "Terapia de Aceptación y Compromiso"
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) me fascinó desde el momento que entré en contacto con sus presupuestos teóricos, hace ya algunos años, por su anti dogmatismo y su anti-diagnosticismo. El planteamiento básico de esta "nueva" corriente psicoterapéutica es que "la vida no es una enfermedad" y, por lo tanto, no hay que "curar" ningún aspecto de la vida, aunque el vivir comporte angustia o sufrimiento. La vida es un camino que hay que trazar y cada cual ha de definirse en su propio camino.
Los planteamientos de la ACT integraban no sólo ideas de la filosofía estoica sino que también se sustentaba en los mismos pilares fundamentales de otros movimientos teóricos sólidamente asentados, tales como la Logoterapia de Viktor Frankl mientras que, a nivel operativo, daba cabida a un buen número de prácticas que incluían desde técnicas similares a la PNL a operaciones más sutiles como el Focusing de Gendlin al tiempo que dejaba un espacio inmerso para la creatividad personal.
La práctica de la Terapia de Aceptación y Compromiso me enriqueció como persona y como terapeuta. Me llevó a cuestionarme muchos de mis propios planteamientos y me brindó un sólido apoyo teórico para mi práctica clínica.
Si tuviera que resumir en unas pocas palabras la esencia de la ACT, diría -completando una frase citada más arriba- que "la vida no es una enfermedad que haya que curar; vivir es la cura que tenemos que aplicar a nuestros males". Por eso me parece muy apropiado el título consejo de este libro: "Sal de tu mente, entra en tu vida"
La editorial DDB acaba de hacerme llegar un par de ejemplares del último libro que he traducido: "Sal de tu mente, entra en tu vida", de Steven C. Hayes, el creador de la "Terapia de Aceptación y Compromiso"
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) me fascinó desde el momento que entré en contacto con sus presupuestos teóricos, hace ya algunos años, por su anti dogmatismo y su anti-diagnosticismo. El planteamiento básico de esta "nueva" corriente psicoterapéutica es que "la vida no es una enfermedad" y, por lo tanto, no hay que "curar" ningún aspecto de la vida, aunque el vivir comporte angustia o sufrimiento. La vida es un camino que hay que trazar y cada cual ha de definirse en su propio camino.
Los planteamientos de la ACT integraban no sólo ideas de la filosofía estoica sino que también se sustentaba en los mismos pilares fundamentales de otros movimientos teóricos sólidamente asentados, tales como la Logoterapia de Viktor Frankl mientras que, a nivel operativo, daba cabida a un buen número de prácticas que incluían desde técnicas similares a la PNL a operaciones más sutiles como el Focusing de Gendlin al tiempo que dejaba un espacio inmerso para la creatividad personal.
La práctica de la Terapia de Aceptación y Compromiso me enriqueció como persona y como terapeuta. Me llevó a cuestionarme muchos de mis propios planteamientos y me brindó un sólido apoyo teórico para mi práctica clínica.
Si tuviera que resumir en unas pocas palabras la esencia de la ACT, diría -completando una frase citada más arriba- que "la vida no es una enfermedad que haya que curar; vivir es la cura que tenemos que aplicar a nuestros males". Por eso me parece muy apropiado el título consejo de este libro: "Sal de tu mente, entra en tu vida"
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