Ir al contenido principal

TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO PARA TRASTORNOS DE ANSIEDAD

El grupo editorial MENSAJERO acaba de publicar "LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO PARA TRASTORNOS DE ANSIEDAD" que he tenido el placer de traducir. Se trata de una obra clave tanto a la hora de comprender la esencia de la TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT) como de enfrentarse a los trastornos de ansiedad en la práctica clínica de una manera eficaz.

En la primera parte del libro se examinan los trastornos de ansiedad -ataques de pánico, trastorno de pánico y agorafobia, fobias específicas, fobia social, trastorno por estrés postraumático, trastorno generalizado de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo- y se hace especial énfasis en el "factor común" que subyace a todas las manifestaciones clínicas de dichos trastornos. Se establecen las diferencias entre la ACT y las terapias conductuales, se introduce la importante cuestión del "control de la ansiedad" como raíz del problema y se alude a las terapias conductuales de la ansiedad de nueva generación.

En la segunda parte, se establece el marco teórico de la ACT frente a los trastornos de ansiedad. Se explica por qué el control de la ansiedad es el problema y no la solución, de qué manera los trastornos de ansiedad son, en realidad, "trastornos de evitación vivencial" y se apela a la aceptación -entendida en un sentido activo y no como resignación ni rendición- basada en "mindfulness" así como a la "de-fusión" de las trampas y limitaciones del lenguaje como instrumentos básicos de la terapia.

La tercera parte describe los componentes del tratamiento y las competencias del terapeuta esenciales: Aceptación, compromiso de acción y toma de iniciativas de acción (la ACT se reafirma como terapia de comportamiento a pesar de sus innegables elementos cognitivos y de definición de valores personales).

A continuación, se detallan, sesión por sesión -a lo largo de 12 sesiones-, las intervenciones, objetivos terapéuticos, metáforas, materiales, ejercicios y actividades para casa junto con toda una batería de cuestionarios, hojas de registro y demás material que le pueden servir al terapeuta para abordar los trastornos de ansiedad que, con mayor frecuencia, deberá tratar en su práctica clínica. Se abordan, de este modo, desde la psicoeducación del consultante hasta las cuestiones de resistencia y recaídas que, inevitablemente, cabe esperar a lo largo de la terapia.

Finalmente, el libro aborda cuestiones muy prácticas y concretas: Los desafíos de la propia ACT (con sus planteamientos aparentemente ilógicos), la cuestión de la medicación y su posible interrupción, el mantenimiento de los logros en un mundo de no aceptación, la integración de la ACT con otros tipos de terapia afines y, naturalmente, las expectativas de futuro de la ACT, las evidencias empíricas que la sustentan y los retos de futuro a los que se ha de enfrentar.

Un detallado índice analítico junto con una extensa bibliografía (con las correspondientes referencias de las obras disponibles en español) completan la obra.

Este libro ha sido mi gran aliado durante mi última etapa como terapeuta en activo. A él le debo mi definitiva visión "despatologizada" de la práctica psicoterápica, la integración de los valores personales del cliente -junto con los míos propios como terapeuta- como fuente motivacional básica para el trabajo terapéutico de ambos -el del cliente y el mío propio- así como la apertura de unos horizontes de libertad y responsabilidad que ofrecer a mis consultantes que no había imaginado.

Por eso mismo tenía un interés personal en la publicación en lengua española de este libro que considero una revolución -no pequeña- en el campo de la terapia de la ansiedad.

La referencia en la web de la editorial: 
http://www.mensajero.com/web/catalogo/producto_detalle.php?libro=1830

Comentarios

  1. Hola Ramiro

    Me ha parecido un libro muy practico y muy enriquecedor para la practica clínica

    Valoro mucho la labor que estas desempeñando, puesto que muchos psicólogos que nos cuesta manejamos bien con el ingles (como es mi caso) gracias a tu labor en la traducción de manuales de ACT, nos ofreces la oportunidad de aprender de esta terapia con tan pocas publicaciones en castellano

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ramiro.Estoy interesado en adquirir este libro y quería hacerte una pregunta : ¿Recomendarías este libro para ser aplicado por personas que padecen de trastornos de ansiedad por ellas mismas , aparte de para la formación de los terapeutas en este campo?.Gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

🌕 La luna, el dedo y el espejismo de la felicidad

  Hay una antigua sentencia que ha viajado a través del tiempo y las culturas, y que sigue muy presente —y muy poco atendida— en la marea de publicaciones sobre “la búsqueda de la felicidad”. El sabio señala la luna, pero el necio se queda mirando el dedo. Una frase sencilla, de apariencia casi inocente, pero que encierra una advertencia tan oportuna como necesaria en nuestra época: no confundir el medio con el fin, lo accesorio con lo esencial, el camino con el destino . 📚 La galaxia del bienestar… ¿o del entretenimiento? En el vasto universo del desarrollo personal —libros, cursos, gurús, métodos, talleres— esta advertencia cobra especial relevancia. Nunca como ahora se ha hablado tanto de felicidad , autorrealización , paz interior o autenticidad . Y sin embargo, pocas veces hemos estado tan perdidos , tan dispersos o tan sedientos de algo que no logramos encontrar . Estamos rodeados de técnicas: Ejercicios de respiración Meditaciones guiadas Afirmaciones positi...

EL MILAGRO

  Clara se asomó a la ventana para sentir el aire fresco de primera hora de la mañana. En el extremo del alféizar vio el triste geranio reseco, mustio, contraído, tan necesitado de riego como ella lo estaba de seguridad y control sobre su cuerpo. Que el brote seguía activo lo evidenciaban su debilidad persistente, la visión que se le nublaba y el extraño entumecimiento que le recorría cuerpo y rostro. Por la acera opuesta vio avanzar, con su paso decidido, a la mujer invidente con la que se cruzaba a menudo, una mujer de gesto seguro, siempre bien arreglada, con ese porte que dan los años y la experiencia. ¿Cómo podría arreglárselas una persona con esa discapacidad para llevar el tipo de vida activa que ella parecía desarrollar? Desvió la mirada. Sentía dolor en los ojos si mantenía la vista fija en un punto concreto. Otro de los síntomas del brote. Al principio habían sido sólo pequeñas molestias, fallos funcionales sin importancia, una palabra que no le venía, un ligero mareo...

ME DIO LAS GRACIAS...

Un pie en la acera y el otro, ya adelantado, en la calzada. El semáforo seguía rojo, pero ella se debatía entre la prudencia y la prisa. Los coches venían de ambos lados y no era fácil sincronizar el hueco entre los vehículos para alcanzar, sin sobresaltos, la otra acera. Si se trata de niños o personas mayores, por sistema mi norma es aguardar la luz verde para cruzar, aunque no circulen coches. Creo que, de ese modo, por una parte doy ejemplo y, por otra, respeto la libertad de elección de la otra persona para obrar como mejor lo considere. En este caso, la mujer, ya de cierta edad, murmuraba algo en voz baja: se debatía entre arriesgarse o esperar. Me miró como si me pidiera consejo. Y mientras yo pensaba la respuesta, el hombrecillo verde del semáforo nos sacó de dudas a los dos. Cruzábamos a la par y la mujer, en voz muy queda y mirando al suelo, como si la cosa no fuera conmigo, murmuraba una dirección, sin atreverse a formularla como una pregunta directa. Sin dejar de caminar, l...