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Microrrelatos del Vivir Constructivo: LO SENCILLO QUE ES CAMBIAR


¿Cómo van los propósitos de año nuevo? Aquellos de dejar de fumar, hacer más ejercicio, comer de manera más saludable o empezar a estudiar inglés…?

Romper los hábitos viejos es costoso porque implica abandonar el viejo sendero que, de tanto pisarlo, ya está perfectamente liso y pulido para empezar a abrir un camino nuevo por terrenos abruptos, desnivelados, cubiertos de maleza y, en una palabra, difíciles de recorrer.

O puede que la dificultad no esté en el nuevo territorio que tenemos por delante, sino en nuestra propia actitud a la hora de aventurarnos por el nuevo paisaje.

Los seres humanos, más que en la “REALIDAD”, vivimos en nuestra personal INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD. Las cosas, por sí mismas, no son bonitas o feas, fáciles o difíciles, somos nosotros los que las definimos como tales.

¿Y cómo hemos definido nuestro propósito de cambiar?

Una máxima del Vivir Constructivo aconseja: “Aprópiate de este momento, y de este otro momento… y serás dueño de todo tu tiempo”.

A la hora de cambiar, a la hora de internarnos por el terreno abrupto, no tenemos que preocuparnos (ocuparnos por adelantado) de lo largo que pueda ser el trayecto a recorrer. Sólo tenemos que asegurar ESTE paso concreto, y este otro paso… y habremos conquistado el nuevo territorio.

No hay que angustiarse por “lo mal que me voy a sentir si dejo de comer dulces, o si dejo de fumar “para siempre”, o si tengo que pasarme horas y horas estudiando inglés, o de lo cansado que voy a estar después de una buena caminata…”

Sólo hay que ocuparse de controlar ESTE dulce concreto, ESTE cigarrillo concreto, de aprender ESTA nueva palabra o estructura inglesa, de caminar ESTOS pocos minutos…

Y estaremos dando los pasos para conquistar el nuevo YO que nos proponemos ser.

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